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Felipe V, Carlos III, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XIII |
De forma intermitente aunque
persistente, la familia Borbón, de origen francés (Bourbon), ha prosperado a
costa del sudor de los españoles durante más de trescientos años. Tan solo
resultaron apartados de la jefatura del Estado en España durante las dos etapas
republicanas, el efímero reinado de Amadeo de Saboya, y la dictadura de Franco.
Dicen que esta familia de rancio abolengo desciende ya de una rama de los Capetos,
una dinastía que reinó en Francia entre los siglos X y XIV. Solo en el siglo
XVIII llegarían a los tronos de otros países como España o Italia (Reino de las
Dos Sicilias).
La rama española de los Borbones se
hizo con el poder en España tras la desaparición del último soberano de la
familia de los Austrias o Habsburgo. Carlos II el Hechizado dejó en herencia el
trono hispano a quien entonces era Duque de Anjou y nieto del rey Sol (Luis
XIV), que se convertiría en Felipe V de España. A la sombra de sus parientes
galos, los Borbones españoles trataron de imponer el modelo centralista y
absolutista en unos reinos caracterizados por la multiculturalidad, algo que ha
desencadenado enormes contingencias en la historia reciente de la nación.
Si bien la institución monárquica
como tal se ha caracterizado siempre por su espíritu conservador, es posible
afirmar que, en el caso de los Borbones, éste haya prevalecido sobre muchas
otras dinastías, como por ejemplo la monarquía británica, que en el pasado tuvo
un talante mucho más liberal. En España, los Borbones se han caracterizado por
hacer alarde de los valores del más rancio tradicionalismo en lo público,
mientras que en lo privado mantenían un modo de vida libertino y en algunas
ocasiones escandaloso. Han sido una familia aferrada al poder a cualquier
precio, e incluso, en ciertas ocasiones, sus miembros han hecho prevalecer sus
intereses personales sobre los dinásticos. Para perdurar han apoyado golpes de
Estado y dictaduras y no han tenido problema en participar en represiones sobre
la población disidente. Han engordado, sin duda, el patrimonio familiar a
merced de su preponderancia en España, y han conspirado siempre a fin de
obtener el mejor botín para sí mismos.
Los datos que a continuación se
revelan son fruto de un estudio global de los acontecimientos que rodean a los
miembros de esta dinastía, si bien podrán contrastarse y ampliarse con obras de
historiadores especializados. Aun así, nos dan una idea del verdadero carácter
de una familia que ha vivido a costa de los españoles durante siglos, y que
siempre ha hecho buenas migas con las oligarquías para prosperar. Excepto en el
caso de Carlos III, puede decirse que apenas sus reyes han aportado progreso y,
aunque normalmente han sido amados por el pueblo, jamás han tenido una conducta
afín, guardándose, eso sí, de cuidar la fachada, haciendo honor a la cita de Maquiavelo:
“No importa quiénes seamos, sino solo aquello que aparentamos”.
Empezando por Felipe VI, mostramos
aquí los datos más vergonzosos (historia negra, y no leyenda, pues la historia
se basa en hechos y si bien algunos puedan ser solo habladurías, de tal forma
han llegado hasta nosotros) de una monarquía que sigue taponando el progreso
democrático de nuestra nación. Esta es la historia negra de la dinastía Borbón:
FELIPE VI (2014-ACTUALIDAD)
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Felipe VI es muy cuestionado en distintos territorios |
Todavía es pronto para juzgar con
perspectiva al rey ‘preparado’, como le llaman algunos, aunque su alineamiento
con los conservadores en momentos recientes de nuestra historia nos hace intuir
cual será el resultado final de su reinado, si es que antes no sobreviene el
final de la dinastía. Entre sus principales manchas podemos contar las
siguientes:
- Tibieza ante los
derechos de sucesión de su hermana. Aunque públicamente siempre ha mostrado su
rechazo hacia la corrupción, no es menos cierto que no ha forzado a su hermana,
la infanta Cristina, relacionada con la trama Nóos, a renunciar a sus derechos
dinásticos, con lo que en una hipotética carambola podríamos encontrarnos con
una reina envuelta directamente en el latrocinio. También es cierto que resulta
difícil de creer que desde su posición ignorase el talante de los negocios de
su cuñado, Iñaki Urdangarín, y que él no haya estado implicado si no directa,
indirectamente.
- Apoyo a López
Madrid, uno de los implicados de la trama de las Tarjetas Black. Otro episodio
que vincula su jefatura a la corrupción. Cuando el empresario resultó salpicado
por el escándalo de las tarjetas de Bankia, la reina Letizia le mostró su apoyo
en un mensaje de texto. Y cuando el yerno de Villar Mir, investigado por
financiar ilegalmente al PP, lamentaba que España “es un país muy difícil”, el propio rey le ratificaba: “¡Y tanto!”.
- Visitas oficiales
para negociar con países que no respetan los Derechos Humanos. Es el caso de su
visita a Riad en 2016, poco después de que la nación islámica hubiese
decapitado a 47 personas, entre ellas un defensor de los Derechos Humanos, el
clérigo Al Nimr.
- Recibimiento “con honores” (textualmente) a Al Sisi. De
quien la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch ha solicitado que
sea investigado por crímenes contra la humanidad por sus represión contra
manifestantes egipcios.
- Actitud poco
democrática. En un momento en el que España, más que nunca, necesita un monarca
moderno y avanzado. El rey no ha alentado en ningún caso un debate sobre la
pluralidad nacional de España, apoyándose en la “indisoluble unidad patria” de otrora, y tampoco se ha mostrado
proclive a un referéndum sobre monarquía o república, poniendo los intereses
dinásticos por encima de los de los ciudadanos. Asimismo, en su discurso de
inauguración de la última legislatura de Rajoy, mostró sin tapujos su favor
hacia los partidos del bloque conservador, agradeciendo al PSOE su maniobra de
alejamiento de la izquierda y de rechazo a Podemos.
JUAN CARLOS I (1975-2014)
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Al rey emérito se le atribuyen numerosas amantes |
Aunque muchos en España se han
jactado en innumerables ocasiones de no ser monárquicos verdaderamente, sino ‘Juancarlistas’,
por considerar a este rey un bonachón campechano inductor de la democracia en
España, su trayectoria revela que no ha sido más que un Borbón ‘vividor y playboy’,
tal y como se reconocía en el extranjero, y que ha antepuesto los intereses
dinásticos y personales a los de los españoles. Ahora bien, la censura sujeta a
su persona impuesta por la prensa generalista española ha impedido al pueblo
observar con mayor lucidez las vergüenzas de este monarca:
- Aceptó la sucesión
del dictador Franco en 1947. A pesar de que el Caudillo había desterrado a su
padre, Don Juan, y lo había humillado en diversas ocasiones. Juan Carlos I mostró
su ambición política desde bien joven y aceptó sin remordimientos el encargo
del dictador.
- Juró fidelidad a
los principios fascistas del Movimiento nacional en 1975. Nuevamente
anteponiendo su persona a la de su padre, con tal de heredar el poder en España
aceptó él encargó de Franco de preservar el fascismo en España.
- No le quedó más
remedio que aceptar la Transición (1978). Aunque muchos consideran esa etapa
como postfranquismo, pues nadie fue condenado por las atrocidades de la
dictadura, y de hecho algunos ministros de Franco crearon partidos políticos e
incluso ocuparon ministerios en el nuevo gobierno. Juan Carlos es halagado por
su actitud democrática, cuando lo que en realidad hizo fue extirpar un régimen
de imposible continuidad dentro de una Europa democrática e imponer y perpetuar
la monarquía en España, sin preguntar a los españoles sobre monarquía o
república.
- Fue intermediario
con varias dictaduras, entre ellas la de Videla (1976). A quien proporcionó
ayuda, junto con varios empresarios y banqueros españoles (Emilio Botín), para
financiar la represión política del dictador argentino.
- En la Constitución
de 1978 se blindó ante la ley. En un ejercicio de irresponsabilidad firmó el
artículo en el que se le otorga impunidad legal y en el que se considera
cualquier ultraje a la monarquía como un delito.
- Probablemente
conocía y apoyaba ideológicamente el 23 F. Tal y como publicó Der Spiegel en
2012 a partir de unos archivos desclasificados. Es posible que estuviese con
los golpistas, o bien que el acontecimiento no fuese sino una farsa para
reforzarse en la jefatura del Estado tal y como recientemente (2016) ha hecho
el presidente turco Erdogan.
- Ha proporcionado ayuda
al Reino de Marruecos en su represión al pueblo saharaui. Muchas ONG han
denunciado sus viajes para reunirse con Hassan II y Mohammed VI, para quienes
habría sido un intermediario en la adquisición de armamento destinado a la
guerra contra la República Democrática del Sáhara.
- Es conocida su amistad
con familias reales de países que no respetan los Derechos Humanos. Siendo el
caso más sonado el de la monarquía absoluta de Arabia Saudí, con quienes él y Felipe
VI ya ha exhibido públicamente sus buenas relaciones.
- Ha fomentado el culto
a su personalidad. Como han denunciado varios medios internacionales,
promoviendo la censura sobre su persona y la de sus hijos (baste recordar el
secuestro de la revista humorística El Jueves en el que aparecían el entonces
príncipe Felipe y Letizia en actitud amorosa). En España se ha avivado durante
muchos años el ‘Juancarlismo’.
- Fue muy tibio ante
la imputación de su hija, la infanta Cristina, y su yerno, Iñaki Urdangarín,
por el caso Nóos. Aunque en su discurso de Navidad afirmó que todos somos
iguales ante la ley, no recordó que él es inmune, y en ningún momento despojó a
su heredera de los derechos dinásticos, seguramente porque él mismo estaba al
tanto de la corrupción.
- Viajó a Botsuana en
plena crisis para relajarse. Después de exigir en un discurso “rigor y sacrificios”
a los españoles, en 2012 emprendió un viaje al país africano para dedicarse a
su pasión: la caza. Más adelante aparecieron unas fotos con un elefante abatido
que le delataban y que condujeron por fin a una forzosa abdicación para limpiar
la imagen de la institución.
- Aumentó el
patrimonio de los Borbones españoles hasta los 1800 millones de euros. Tal y
como reveló el New York Times en 2012, la familia real española había pasado de
la nimiedad patrimonial durante la Transición a ser una de las familias más ricas
del mundo.
- Su fama de ‘playboy’
no es infundada. Se le asocia con más de una docena de amantes, entre las que
se cuentan Bárbara Rey, Sara Montiel, Paloma San Basilio, Marta Gayá, o Corinna,
a quien benefició con fondos públicos.
- No ha querido
reconocer a sus hijos ilegítimos. Fruto de sus relaciones extramatrimoniales es
muy probable que haya tenido descendencia ilegítima. Después de varios litigios
se negó a someterse a un examen de paternidad en varios casos en los que se vio
inmerso.
JUAN DE BORBÓN (JUAN III, 1941-1977)
Un rey en el exilio, que acechó el
poder durante toda su vida. A buen seguro influido por el resentimiento de su padre
Alfonso XIII hacia la II República, intentó de todas las maneras posibles
restaurar la monarquía Borbónica en España. Al principio lisonjeó a Franco y el
Movimiento fascista para ser aceptado entre sus filas, y al ver que eso no era
posible trató de buscarse aliados internacionales en todas partes. De todos
modos, Franco prefirió a Juan Carlos, algo que Juan III nunca aceptó al
anteponer sus egos personales a los intereses dinásticos.
- Quiso unirse a los
golpistas al inicio de la Guerra Civil española. Su padre, Alfonso XIII, que
guardaba un profundo rencor a la República por haberlo apartado de la jefatura
del Estado, le alentó a unirse al lado de los fascistas, cosa que intentó el 1
de agosto de 1936. Sin embargo, éstos desde un principio lo rechazaron. En este
caso fue el general Emilio Mola quien le obligó a regresar al exilio.
- Escribió a Franco
varias veces elogiando sus acciones para ganarse su apoyo. Y el dictador le
mostró su rechazo en todas las ocasiones, tanto en el transcurso de la Guerra
Civil, como en los inicios del franquismo, impidiendo al Borbón acceder a algún
cargo de poder en España.
- En 1941 trató de
granjearse el apoyo del nazismo. Estableció contactos con el Ministro de
Asuntos Exteriores alemán, Von Ribbentropp, quien se mostró desinteresado, pues
no quería romper la relación entre Hitler y Franco.
- En 1945, cerciorado
de que Franco no lo aceptaría, firmó el Manifiesto de Lausana. Para recuperar
el poder perdido en España, algo que posteriormente volvió a reivindicar desde
Estoril. Sus intentos por restaurar a los Borbones en España fueron un completo
fracaso.
- Se enemistó con su
hijo Juan Carlos en 1969, al oficializarse la sucesión de éste en la jefatura
del Estado. Al parecer pesaban más sus intereses personalistas para convertirse
en Juan III. Eso llevó a un distanciamiento entre padre e hijo, que no
volvieron a verse hasta 1975. Hasta tal punto llegaron las ambiciones egoístas
de ambos. De hecho, Don Juan no renunció a sus derechos sucesorios hasta 1977.
ALFONSO XIII (1886-1931)
Fue un vividor al más puro estilo
Juan Carlos. Su vida se caracterizó por situarse siempre con el bando que le
garantizara el gobierno, a expensas de los intereses del pueblo. Coleccionó
muchas amantes y disfrutó de las películas pornográficas que él mismo ayudaba a
producir. Amparó el golpe de Estado de Primo de Rivera y posteriormente también
el de 1936, solo con el propósito de restaurar la monarquía en España.
- Hacía alarde de enormes
banquetes desde su infancia. En una España sumida en la crisis (desastre del
98), disponía para sus meriendas de ágapes interminables.
- Es uno de los responsables
de la represión durante la Semana Trágica de 1909. Siete años después de
iniciado su reinado, y a colación de la situación en el Rif y la leva forzosa
de ciudadanos para combatir allí, hubo una rebelión en Barcelona que fue
desmedidamente represaliada por los militares. Hubo fusilamientos, como por
ejemplo el del anarquista Francisco Ferrer.
- Se sintió cómodo
con el sistema de la Restauración. Únicamente interesado en la preservación de
su estirpe, vio con buenos ojos el turnismo y el caciquismo con el que
conservadores y liberales se alternaron durante décadas a expensas de una
población arruinada.
- Apoyó la Dictadura
de Primo de Rivera. Se posicionó desde el primer momento al lado del golpe de
Estado militar, hecho que derivó en la animadversión que desde entonces los
partidos políticos albergaron hacia su persona y que desencadenaron en su
exilio al inicio de la República.
- Alentó al bando
fascista en los inicios de la Guerra Civil. Con la intención de reponer a cualquier
precio la monarquía en España, y aunque su hijo Juan fue rechazado por Franco,
no dejó de conspirar hasta su muerte para recuperar el poder.
- Tuvo docenas de
amantes. Como buen Borbón, fue un prolífico galán y frecuentó, entre otras, a
personalidades de la época como la Bella Otero o la actriz Carmen Ruiz de
Moragas.
- Fue un gran promotor
de la pornografía. A través del Conde de Romanones encargó varias películas
pornográficas para las que él mismo sugería los argumentos. Parece que el rey
disfrutaba mirando una y otra vez estas producciones, que desgraciadamente
fueron destruidas durante el franquismo.
ALFONSO XII (1875-1885)
Le apodaron ‘el Pacificador’, y lo
cierto es que más que eso se limitó a conceder vía libre al transcurso de los
acontecimientos. Su muerte prematura, a los 26 años, impide albergar una
postura global sobre su reinado durante el que los políticos de la Restauración
hicieron y deshicieron a sus anchas.
- Se convirtió en rey
de España gracias a un golpe de Estado. Un pronunciamiento militar, el de
Martínez Campos que terminó con la I República en España y reinstauró a los
Borbones después de que su puesto hubiera sido ocupado años antes por Amadeo I,
de la dinastía Saboya.
- Firmó el Manifiesto
de Sandhurst, dando lugar al sistema de la Restauración, un régimen político en
el que se impusieron el turnismo entre dos partidos y el caciquismo y pucherazo
en las elecciones.
- Apoyó el gobierno
autoritario de Cánovas del Castillo (1876-1881). En el que se desencadenó un
recorte de libertades: expresión, imprenta, cátedra.
- Tuvo varias amantes,
siento la más famosa la cantante lírica Elena Sanz de Arriola, uno de los
rostros más conocidos en el Teatro Real de Madrid.
ISABEL II (1833-1868)
Se la ha calificado como ‘ninfómana
o viciosa’ en innumerables ocasiones y, aunque es cierto que tuvo muchos
amantes y que se entregó en vida a una conducta ciertamente licenciosa, no lo
es menos que esta es una característica que observamos en la mayor parte de los
miembros de la familia Borbón. Gozó de escasa influencia política salvo por sus
affaires amorosos con generales y otros magistrados de su tiempo y terminó en
el exilio, expulsada por el movimiento revolucionario de 1868. Dedicó el resto
de su vida a tratar de restaurar a los Borbones en el trono de España, cosa
que logró con Alfonso XII, su vástago, que probablemente no lo era de su
esposo, Francisco de Asís, celebérrimo en las calles del país por su manifiesta
homosexualidad.
- Se adelantó su
mayoría de edad para apartar a Espartero del poder. Siempre fue
instrumentalizada por los actores políticos de la época, que la forzaron a
reinar desde los 13 años.
- Fue obligada a
casarse a los 16 años con su primo hermano Francisco de Asís de Borbón, cuya
homosexualidad era manifiesta. “¡No, con
Paquita no!”, exclamó cuando le informaron de quién iba a ser su consorte.
Igualmente, al amanecer, después de su matrimonio protestó: “¡Qué voy a decir de un hombre que en la
noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía!”.
- Su época destacó
por la escasez de libertades democráticas, el falseo de las instituciones y la
corrupción electoral. Todo ello dio lugar a diversos pronunciamientos o golpes
de Estado militares (como el de Prim, o el del cuartel de San Gil, cuyos
impulsores fueron fusilados).
- Ejerció poca
influencia sobre los políticos de su tiempo, desprestigiada como estaba por su
escandalosa vida amorosa, en la que figuraban algunos de los más destacados
representantes de la vida pública.
- La Gloriosa Revolución
(1868), precursora de la República, la condujo al exilio en Francia, amparada
por Napoleón III, desde donde trató de restaurar a los Borbones en España. Algo
que finalmente conseguiría en 1875.
- Fue tachada de
ninfómana, debido a la enorme cantidad de amantes que la frecuentaban, aunque
este hecho es más bien propio de la familia Borbón, y no solo de ella, que
recibió probablemente más ataques por ser mujer. Un dicho popular rezaba: “Isabelona, tan frescachona, y Doña Paquita
(su marido), tan mariquita”. Entre sus numerosos amantes se cuentan el
general Serrano, el general O’Donnell, el cantante José Mirall y el capitán
José María Arana.
FERNANDO VII (1813- 1833)
‘El Deseado’ y el ‘rey Felón’, fue
un monarca egoísta y resentido que se llevó lo mejor de las luces españolas. Conspiró
siempre a fin de obtener el poder absoluto y no le importó a quién pudiera
llevarse por delante. Llegó a una España agotada después de la sangrienta
guerra contra las tropas napoleónicas y en lugar de buscar la reconciliación se
dedicó a perseguir a los diputados liberales que le habían sido fieles durante
su exilio forzado por Napoleón. No aceptó en su vida ninguna forma de gobierno
que no fuera el absolutismo, pero se mostró ineficaz políticamente y
pendenciero en la faceta personal.
- Perpetró el Motín
de Aranjuez en 1808 contra su propio padre (Carlos IV), junto al partido ‘antigodoyista’,
formado por aristócratas y clérigos contrarios a la acumulación de poder del
valido real. Tuvo que ser el propio Napoleón Bonaparte quien se inmiscuyese
posteriormente en los asuntos de la familia, convocando a sus miembros en
Bayona.
- Encerró a Fray Juan
de Alfaraz en el castillo de Peñíscola. Al conocer que su madre, María Luisa de
Parma y Borbón, le había revelado a su confesor: “Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV, la dinastía de Borbón se ha
extinguido en España”. Su parecido con Godoy (amante de la reina) y su
constitución física rechoncha podían haber puesto en entredicho su reinado, y
por esta razón decidió quitarse al clérigo de encima.
- Firmó el Manifiesto
de los Persas para devolver el absolutismo a España en 1814. Con ello revocaba
la Constitución liberal de 1812 (La Pepa), suscrita por los diputados
resistentes en Cádiz al asedio de las tropas invasoras francesas. Una carta
magna que, de hecho, lo reconocía como soberano constitucional. No obstante,
prefirió el poder absoluto y aunque en aquéllos círculos ilustrados se le había
denominado ‘el Deseado’, se convirtió en el rey ‘Felón’. No satisfecho con
aniquilar la progresista labor de las Cortes de Cádiz inició una férrea
represión contra sus diputados, futo de la cual promovieron exilios y penas de
muerte de los mejores representantes de la Ilustración española.
- Conspiró contra el
gobierno durante todo el Trienio Liberal (1820-1823). Obligado como estuvo por
el pronunciamiento de Riego a aceptar el liberalismo, fingió ser un monarca
constitucional pero en la sombra se confabuló para regresar al régimen
absolutista y unipersonal, primero instigando el golpe de Estado de la Guardia
Real de Madrid (1822), y al fracasar éste, organizando la invasión del país
junto a la Santa Alianza (organización en defensa de las monarquías absolutas)
de los cien mil hijos de San Luis, que le devolvieron el poder supremo en 1823.
- Mostró su faceta
más vengativa en la ‘Ominosa Década’ (1823-1833). En estos años impuso un
régimen personalista y rencoroso en el que los liberales fueron hostigados sin
piedad. Muchas personas fueron condenadas a muerte por sus ideas políticas y
hasta 20.000 españoles sufrieron el exilio. Las llamadas Juntas de Fe,
herederas de la antigua Inquisición, ejecutaban impíamente por el mero hecho de
gritar “¡Viva la libertad!”.
- Se mostró incapaz
de evitar la pérdida de las colonias americanas. Simón Bolívar y San Martín
aprovecharon la fragilidad de su reinado para impulsar una masiva rebelión que consiguió
la independencia de los principales territorios de España en América, como
Colombia, Venezuela, México o Argentina.
- Su afición al sexo
era desmesurada y enfermiza. Como desproporcionado era su miembro viril, algo
que según su propio médico había sido la causa de que no hubiera engendrado
sucesores con sus tres primeras esposas. De ahí que el galeno tuviera que idear
un invento, un cojín circular horadado en el centro, para que el monarca
pudiera mantener relaciones íntimas fecundas con María Cristina, que finalmente
le dio descendencia.
CARLOS IV (1788-1808)
Fue un soberano ineficaz y torpe,
tanto en la parte personal como en la pública. Temeroso de los progresos
sociales, devolvió al país al Antiguo Régimen y persiguió a los ilustrados. Incapaz
de gobernar, cedió plenitud de poderes a Godoy, un personaje odioso que acabó
sus días en el exilio.
- Su propio padre lo
consideraba un inútil. No son pocas las anécdotas a este respecto. Una de ellas
refiere a una conversación que Carlos III y él albergaron sobre las
particularidades de la monarquía. El vástago interpeló a su progenitor: “Padre, si todos los reyes somos designados
por la gracia de Dios, ¿no deberíamos ser todos buenos reyes?”, a lo que el
rey ilustrado respondió: “¡Qué tonto eres, hijo mío!”.
- Derribó la intensa
labor reformista de Carlos III. Después del estallido revolucionario en Francia
(1789), temeroso de que los ecos de libertad se oyesen en España, restauró la
vieja Inquisición y se libró de las mentes ilustradas como Jovellanos, a quien
desterró, y Campomanes, al cual destituyó de sus responsabilidades de gobierno.
- Fue un torpe
gobernante y se dejó manipular por Godoy. El amante de su esposa, que pasó de
ser un simple hidalgo que ocupaba un puesto en la guardia de corps, a ‘ministro
universal’ con plenitud de poderes en 1792, algo que le enfrentó a una parte de
la aristocracia, que fundó el partido fernandino (por su hijo, el infante
Fernando), para destronarle.
- Permitió la entrada
de las tropas francesas en España. Al ceder el gobierno a Godoy, éste pactó con
Napoleón el reparto de Portugal en tres partes, una de las cuales se reservaba
el propio valido personalmente. Así, una de las cláusulas del Tratado de
Fontainebleau (1807), estipulaba el libre paso de las tropas napoleónicas en
territorio español, algo que a la postre sumiría al país en la Guerra de Independencia
(1808-1813).
- Padecía un
trastorno de bipolaridad. Según cuentan los cronistas, un día era capaz de
bromear con los mozos de las caballerizas, y en la jornada siguiente les
propinaba patadas y escupitajos y les constreñía a besarle de pies y manos.
- Fue una cándida
víctima del adulterio de su esposa María Luisa de Parma. Que pasó por nada
menos que veinticuatro embarazos, de los cuales sobrevivieron catorce y solo
seis alcanzaron la edad adulta. Aun así, la reina manifestó a Fray Juan de
Alfaraz, su confesor: “Ninguno de mis
hijos lo es de Carlos IV, la dinastía de Borbón se ha extinguido en España”.
Para más inri, su principal amante fue el hombre de confianza de Carlos IV,
Godoy.
CARLOS III DE ESPAÑA (1759-1788)
Si hay un monarca Borbón y español
que deba destacar entre las personalidades históricas de nuestro país, éste es
Carlos III. Resulta ciertamente complicado encontrar manchas en su reinado, y
si bien fue un rey absoluto, algo propio de la Europa de la época, no es menos
cierto que se rodeó de ilustrados y llevó a cabo una labor reformista intensa
para modernizar el país. Suprimió la Inquisición, expulsó a los jesuitas,
prohibió los toros y modernizó la villa de Madrid, que terminó bautizándole
como ‘el Mejor Alcalde’. También se le conoce como ‘el Político’, por su
intensa labor en este ámbito, y aunque fue un déspota ilustrado, la verdad es
que si sus sucesores hubiesen continuado hilando su tejido tal vez hoy
hablaríamos de una España mucho más avanzada.
- Mantuvo la sumisión
a los Borbones franceses con los pactos de familia. Una costumbre impuesta por
Felipe V, que debía su reinado a Luis XIV, y a partir de la cual los Borbones
españoles bailaban al son de la música de sus primos galos. Firmó el Tercer
Pacto de Familia en 1761.
- Firmó en 1770 la
Real Cédula por la que imponía el castellano sobre los indígenas americanos. Aunque
para la época, y considerando el talante centralista y unificador de su padre
Felipe V (Decretos de Nueva Planta), puede atisbarse como algo ‘bueno’, puesto
que ordenó a los virreyes de América construir escuelas para los indígenas con
la condición de que se impusiese el castellano sobre sus lenguas nativas.
FERNANDO VI (1746-1759)
Llamado ‘el Prudente’, o ‘el Justo’,
fue en realidad un soberano timorato y sometido a Francia que optó por la
neutralidad bélica y no participó en ninguna guerra. Profundamente afectado por
la muerte de su esposa, transcurrió sus últimos años sumido en la demencia.
- Desterró de Madrid
a su madrastra Isabel de Farnesio, a la que consideraba una conspiradora. La
expulsó a la Granja de San Ildefonso, y cuando ésta le escribió exigiéndole una
explicación, Fernando VI respondió autoritariamente: “lo que yo determino en mis reinos no admite consulta de nadie antes de
ser ejecutado y obedecido”.
- Ejecutó la Gran
Redada de 1749 contra los gitanos. A quienes consideraba seres inferiores. Los romaníes del reino fueron perseguidos con el fin de lograr su arresto y
extinción. Esta sentencia fue revocada por Carlos III.
- Cayó preso de una
incuestionable enajenación mental. Tras la muerte de Bárbara de Braganza, su
esposa, abandonó sus prácticas habituales, como la caza, y se sumió en una
locura que algunos historiadores han diagnosticado como alzhéimer. Se dice que
el rey desde entonces se mostraba agresivo, tratando de morder a quien se le
acercaba y que intentó suicidarse varias veces. En otras ocasiones se fingía
muerto o se envolvía en sábanas blancas horrorizando a sus sirvientes como
espectro apestoso, pues tampoco se lavaba y su piel era pálida como la de un cadáver.
LUIS I (1724)
Heredero de Felipe V, nada puede destacarse
de un gobierno que apenas duró siete meses.
FELIPE V (1700-1724; 1724-1746)
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Felipe V, primer rey de la dinastía Borbón |
Fue un juguete en manos de Luis XIV
y de sus familiares franceses y el precursor del yugo del trono de España al de
Francia, iniciándose con él los llamados Pactos de Familia. Se comportó con
crueldad contra sus enemigos durante la Guerra de Sucesión, siendo
especialmente cruel en el asedio de Barcelona, y persiguió a sus enemigos
políticos implacablemente. Igual que otros Borbones, dependió excesivamente de
sus vicios y terminó sus días como un demente. Se le recuerda con poco cariño,
por decirlo con suavidad, en aquellos territorios cuyos derechos fueron
agraviados por sus directrices políticas.
- Siempre se dejó
dominar por sus familiares, en especial Luis XIV, que fue quien le apoyó para
el trono español tras la muerte de Carlos II, el último de los Austria,
alegando derechos sucesorios. Felipe, que era duque de Anjou, era bisnieto de
Felipe IV.
- Le obsesionaban la
muerte y la sangre. Tanto es así, que fue el primer rey desde Carlos V en pisar
un campo de batalla, pues disfrutaba oliendo la sangre del enemigo y
manchándose las ropas con ella.
- Posiblemente padecía
un trastorno bipolar. De ahí que se le conociese como ‘el Animoso’, y al igual
que su descendiente Carlos IV experimentaba muchos y repentinos cambios de
humor y de parecer.
- Sentenció a las
regiones forales con los Decretos de Nueva Planta, promulgados durante y
después de la Guerra de Sucesión española. Fueron aplicados en los Reinos de
Aragón y Valencia, en 1707; en el Reino de Mallorca, en 1715, y en el
Principado de Cataluña, en 1716. Con ellos el monarca ajusticiaba a todas estas
regiones por haber apoyado a su rival, el archiduque Carlos de Austria,
privándoles de sus leyes, tradiciones y costumbres. Fue, asimismo, un
instrumento para la centralización del Estado y su reconversión al modelo
absolutista francés. Hay que decir, no obstante, que el País Vasco y Navarra se
libraron de esta medida por haber colaborado con él durante el conflicto
sucesorio.
- Aplicó una
implacable represión contra los austracistas. Finalizada la Guerra de Sucesión,
en 1715, fueron ajusticiados miles de ciudadanos por el mero hecho de haber
apoyado la causa del candidato de la casa de Austria. Tan solo en Cataluña fueron
condenadas unas 4.000 personas, algunas de ellas a muerte y otras a remar en
galeras, mientras que sus bienes eran confiscados. La persecución a los
austracistas, muchos de ellos fueron desterrados, no terminó hasta
transcurridos varios años de la guerra.
- Le estresaba el
gobierno del país y quiso abdicar en su hijo Luis, pero éste falleció al cabo
de siete meses, hecho que le forzó a reinstalarse en la jefatura del Estado.
- Padecía adicción al
sexo. De hecho, se dice que ingería pócimas afrodisíacas y practicaba el coito
a diario y varias veces, y un embajador llegó a afirmar en 1716 que tal era el
motivo por el cual se le veía siempre cansado. Algunos historiadores han relacionado
esta obsesión por el placer frecuente con su profundo temor a la muerte.
- Sobrellevó durante
toda su vida enormes remordimientos religiosos por su conducta libertina. Había
sido educado en su infancia por el obispo Fénelon, quien arraigó en él el
terror al pecado y al Purgatorio. Eso propició que durante toda su vida, el
soberano se viese azotado por una agotadora pugna entre sus creencias
religiosas y sus pasiones carnales.
- Se dejó consumir
por una desgarradora demencia. A partir de 1717 se popularizaron sus ataques de
histeria en público. Dicen que a veces se creía una rana y que se dejó crecer
las uñas hasta el punto de no poder caminar. En un momento dado se obsesionó
con que de su ropa y de la de su esposa irradiaba una luz mágica y desde
entonces encargó la confección de sus vestiduras a las monjas.
- Era exageradamente
hipocondríaco. Padecía cefaleas y trastornos gástricos y desarrolló pánico a
las enfermedades y a la muerte. No se fiaba de sus propios médicos y llegó al
extremo de no querer cambiarse de ropa. Tanto es así que al final, carcomido
por una superstición, se negó a ponerse ninguna camisa que antes no hubiera vestido
su esposa María Luisa de Parma. A partir de 1728 empezó a hacer vida nocturna exclusiva
pues había desarrollado fobia al sol.
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