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Rivera Ordóñez fotografiado son simbología fascista |
Recientemente, el torero Francisco
Rivera se ha fotografiado en un bar decorado con símbolos franquistas haciendo exaltación
de un régimen totalitario y genocida. Juan José Padilla ha lucido en los ruedos
la bandera española con el águila franquista. Morante de la Puebla, Ortega Cano
y otros toreros muestran sus simpatías por VOX y es que parece que siempre
existió una estrecha relación entre el fascismo y el mundo del toreo.
El 16 de Agosto de 1936, el teniente coronel
Alberto Bayo desembarca con 6000 milicianos en la Isla de Mallorca y conquista
el pueblo de Puerto Cristo con tropas republicanas. Días después cercan Manacor
y se sitúan a dos kilómetros. En ayuda de esta población, tomada por los
golpistas, no solo va la Falange y un cuerpo expedicionario de fascistas
italianos mandados por el siniestro Conde Rossi, allí estaban los toreros Juan
Belmonte y José Ignacio Sánchez Mejías (hijo de Ignacio Sánchez Mejías) dando
capote y espada en el ruedo de la plaza de Palma de Mallorca, el 12 de
Septiembre, en apoyo de la causa fascista Mallorquina.
El 3 de Enero de 1937, al son del
himno nacional de la Italia fascista, se celebra un festival taurino a beneficio
de Falange Española de Sanlucar de Barrameda, donde Sánchez Mejía y Juan
Belmonte también intervienen. El 25 de Mayo, el primero torea en Córdoba a
favor de las tropas franquistas del frente sur. El 16 de Julio de 1938, Sánchez
Mejía torea en la isla de San Fernando en honor del ejército franquista y el 30
de Noviembre lo hace para los mandos de su regimiento de artillería.
En Cervera del Río Alhama, en la
Rioja, el 25 de Julio de 1936, sin que existiera resistencia al golpe de
estado, los golpistas obligaron al Ayuntamiento a celebrar las fiestas del
pueblo y dos corridas de toros, y tras ellas fueron fusilados varias decenas de
simpatizantes y militantes del Frente Popular por las milicias Carlistas, a
pesar de la oposición del párroco local. Tras la batalla de Brihuega (1937), el
Ejército Popular de la Republica capturo diverso material de guerra a los
franquistas y entre las armas usadas había banderillas.
El 19 de julio de ese mismo año era
arrestado en Salamanca el diputado socialista José Andrés y Manso, y días
después fue toreado y torturado por señoritos salmantinos. Finalmente sería
fusilado. En Febrero de 1938 se publican las memorias del torero Marcial
Lalanda, que aparte de declararse falangista y afilarse a Falange, arremete
contra el Frente Popular al que culpa de su abandono progresivo del arte de
matar toros. El 17 de Julio de 1938 se lidian varios toros del ejército
franquista de Aragón en Zaragoza y el 19 de Agosto de 1938, se dio una corrida
de toros para soldados y oficiales Nazis alemanes en Algeciras. Con el segundo
aniversario de la ocupación franquista de Málaga, Queipo de Llano presidio una
corrida de toros el 8 de Febrero de 1939.
En la zona sublevada eran frecuentes
las corridas de toros, en la del Frente Popular tuvieron su auge en Madrid y
Barcelona entre Agosto y Octubre de 1936 y fueron desapareciendo paulatinamente.
En julio de 1937, por voz del teniente coronel Ortega, la republica proyecta
prohibir todo espectáculo que tenga como base las apuestas y limita las
corridas de toros a las becerradas que tengan como único fin finalidades
benéficas, en una campaña de moralización de la retaguardia.
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Manolete junto a Franco, los hermanos Domecq y otros toreros |
De las figuras del torero, el más pro
fascista era Manolo Bienvenida, uno de los primeros en aparecer en el ruedo con
el saludo romano, que en la corrida del 27 de Mayo de 1937, en beneficio del
auxilio social en Salamanca, donde mato un toro, hizo ostentación José
Antoniana. Otro era Domingo Ortega, que al casarse con Carmen Ruiz y Pla se convierte
en Marques de Amboage y grande de España y deja atrás su condición de obrero,
pero su título no le valió para eludir el servicio militar y tuvo que
incorporarse a filas del ejército Franquista en Noviembre de 1938. Ortega y
Lalanda solicitaron durante la guerra ir a torear a México, pero el gobierno
antifascista de ese país no les dio permiso para ello. El primero se pasó a
zona franquista en un viaje a Francia y aprovecho para incorporarse a las filas
golpistas. El famoso Manolete sirvió en la artillería franquista, con la que
bombardeo zonas de Córdoba y Extremadura. Juan Belmonte, que se posicionó
después de alguna duda con los golpistas, se instaló en Sevilla y, en Febrero
de 1937, el mismísimo Queipo de Llano le multó con cincuenta mil pesetas porque
se le encontró en su finca con un libro de poesías de Luis de Tapia,
republicano convencido además de humorista y periodista. No sabemos si al sádico
de Queipo le irrito más el autor del libro o que el torero leyera versos.
Estos toreros celebraban la fiesta
nacional en Burgos desde principios de noviembre de 1936. Organizaban una
corrida en la que, exceptuando Marcial Lalanda resentido en la pierna por su
paso por el frente de Talavera, toreaban Manuel Bienvenida, Domingo Ortega, Luis
Fuentes Bejarano y el falangista Pepe Amorós, luchador con los golpistas en el
Alto del León. Lo más granado del toreo español ya jubilado se situó en la
tribuna apoyando el evento, como Ricardo Torres “Bombita”, Rafael Guerra
“Guerrita” y Rafael González “Machaquito”. El dinero recaudado se destinó a
comprar ropa de abrigo para el ejército fascista. Quizás el piloto republicano
que bombardeo la plaza de toros de Burgos el 9 de Mayo de 1937 se acordó de los
astados que murieron ese día y de que mientras cundían los aplausos al torero,
en el penal burgalés morían como animales los presos republicanos. El 7 de
Febrero de ese año, FE-JONS organiza una corrida para recaudar fondos
económicos para el frente de guerra en Sevilla. En el cartel están los Lalanda,
Belmonte, Sánchez Mejía y Ortega.
Se cuenta que el 14 de Agosto de 1937,
para conmemorar el primer aniversario de la conquista sangrienta de Badajoz por
los paramilitares y Legionarios del coronel Yagüe, en la plaza de toros del
municipio, que fue campo de concentración tras la ocupación y escenario
habitual de matanzas a republicanos, se fusiló a 17 miembros del Frente Popular.
El Jueves 5 de Abril de 1939 los toros
regresan a Barcelona, en la plaza están Marcial Lalanda, Juanito Belmonte y
Manolete para volver a su lucrativo negocio de torturar animales.
Recordemos que el talante conservador
de las figuras del toreo español viene de largo, en Noviembre de 1905, el
matador Luis Mazzantini, se enfrentó en las urnas a Pablo Iglesias y Francisco
Largo Caballero en las elecciones a concejal del Ayuntamiento de Madrid por el
distrito de Chamberí. Luis Mazzantini, devoto monárquico, llegó a Gobernador
civil de Guadalajara.
A la historia pasó también el gesto de
los obreros de la ciudad francesa de Beziers, que el 10 de mayo de 1937 se
concentraban frente a la plaza de toros para boicotear la corrida porque los
toros sacrificados habían sido comprados en territorio golpista. Después marcharon
en manifestación cantando la internacional en apoyo al bando republicano.
No nos sorprende que los toreros
actuales sueñen con devolver a España al siglo pasado. Ellos, como quienes les
antecedieron, creen que solo el fascismo les garantiza el apoyo a una tradición
que cada año pierde decenas de miles de espectadores y solo es viable por el
apoyo de televisiones públicas e instituciones que se nutren de nuestros
impuestos.
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