Isabel Rodríguez y Jesús Manchón |
La recogida y tratamiento de residuos urbanos, la
limpieza viaria, la zona azul y los parking públicos, la dehesa boyal, el
centro de transportes, el agua, la ayuda a domicilio, la gestión de comedores
escolares, el alumbrado público, el patronato de deportes…Todo lo que un día
fue competencia municipal está hoy en manos privadas.
Cabe preguntarse si queda algún servicio público no
privatizado por los gobiernos socialistas de Puertollano y su reciente socio de
gobierno, Izquierda Unida. Y si no quedan servicios públicos por gestionar,
cabría preguntarse también si necesitamos gestores políticos cuya única misión
es servir de intermediarios en la privatización de lo que es de todos o debemos
apostar por quienes tengan un compromiso cierto de defender y recuperar la
público.
¿Y qué han supuesto las privatizaciones? Podríamos
explicarlo con el dicho: ‘pan para hoy y hambre para mañana’. Porque así ha
sido. Los alcaldes del PSOE, especialmente Hermoso Murillo, utilizaron las
privatizaciones para cuadrar las cuentas municipales con los adelantos que
hacían las empresas beneficiarias por concesiones de medio siglo de los
servicios públicos. Y ahora, tenemos un ayuntamiento hipotecado e intervenido
por su insolvencia, unos servicios públicos deficitarios y de pésima calidad y
ninguna voluntad de cambiar la situación por parte de Isabel Rodríguez y Jesús
Manchón. Por el camino se han quedado decenas de empleos públicos y también los
derechos laborales de los trabajadores privatizados.
Curiosamente, las empresas elegidas para la concesión de
las privatizaciones no pueden presumir de ser un dechado de virtudes, y
nuestros gobernantes lo sabían. Por el contrario, suelen aparecer en los casos
de corrupción más famosos, y son frecuentes los impagos a los trabajadores.
Incluso, las hay que tienen en su accionariado a personas muy cercanas al
régimen franquista y que refundan la empresa por arte de magia (le cambian el
nombre) para seguir gestionando el servicio y volver a dejar sueldos impagados
meses después.
Pero esto a Isabel Rodríguez y Jesús Manchón parece
importarles poco. Qué más da si los trabajadores de Dulcinea llevan meses sin
cobrar y para ser subrogados por la ‘nueva empresa’ del mismo empresario les exigen
que renuncien a los salarios no cobrados. Qué más da si una sentencia les da la
razón a los trabajadores del Patronato de Deportes y obliga al Ayuntamiento a
reconocer sus contratos como indefinidos. La privatización es el remedio que
todo lo cura y permite que sea una empresa privada la que lidie con los
derechos laborales reconocidos en sentencia judicial. Resulta curioso que el
domicilio fiscal de la empresa concesionaria del Patronato de Deportes sea el
de un sindicalista de CCOO. ‘Cosas veredes, amigo Sancho’.
Pero eso sí. Isabel Rodríguez nos cuenta en un video que
Puertollano es un paraíso para invertir. Y tiene razón, porque aquí los
derechos laborales y los derechos de los ciudadanos son cosa del pasado, aquí
no se escucha el clamor de miles de vecinos rechazando la subida del IBI, aquí
se desatienden las sentencias de lo laboral cuando no te dan la razón, aquí se
recurre a la vieja receta liberal de privatizar las ganancias para unos pocos y
socializar las pérdidas para el conjunto de la ciudadanía. Aquí cogobiernan dos
liberales de pro: Isabel Rodríguez y Jesús Manchón.
Plumaroja
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