miércoles, 20 de julio de 2016

¿Por qué Ciudadanos no quiso que Cospedal fuera Presidenta del Congreso?

Dolores Cospedal y Albert Rivera
Se ha hablado de vetos pero, en todo caso, Albert Rivera considera "evidente" que la secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, no era idónea para presidir el Congreso, al igual que el ministro del Interior, Jorge Fernández. Lo ha dicho en una entrevista en Radio Nacional, donde ha confirmado que el PP planteó varios nombres a Ciudadanos para presidir la Cámara Baja en el marco de las negociaciones de su acuerdo en torno a la constitución de la mesa del Congreso de los Diputados.

Aunque ha asumido que el PP tenía "todo el derecho del mundo" a plantear los nombres que estimara pertinentes, ha explicado que, sin entrar en lo personal", ni Cospedal ni Jorge Fernández podían asumir ese puesto. En el caso de Cospedal ha considerado que su cargo de secretaria general del PP no era lo más aconsejable para presidir el Congreso, ni tampoco el hecho de "es la persona que puede tener que dar cuentas a la Justicia de la imputación de su partido y de la sede embargada del PP por el caso Gürtel""No nos parece que sea bueno para la institución porque eso puede salpicar a la presidencia del Congreso", ha añadido.

Y respecto a Jorge Fernández ha señalado que el "escándalo" en torno a él hacía que no fuera "el más adecuado para empezar una legislatura y buscar consenso y diálogo".

Frente a ello, ha elogiado la propuesta de Ana Pastor, a la que ha calificado de "una persona de consenso, moderada y que tiene experiencia constitucional".

Rivera ha reiterado que el acuerdo de su partido con el PP para la constitución de la Mesa del Congreso no supone nada más que eso, y no implica nada respecto a la posible investidura de Mariano Rajoy. Además, cree que con este acuerdo se ha evitado que "Xavier Domènech o cualquier otro invento de Podemos con los independentistas" se pudiera convertir en presidente del Congreso.

Cospedal, la mal querida
Parece que Cospedal quería ser ministra pero también presidenta del Congreso de los Diputados, un cargo institucional cómodo y de relieve que le permitía seguir jugando a la política en Castilla-La Mancha o tal vez abandonar a nuestra región de forma definitiva, algo que muchos, incluso de su propio partido, verían con cierto agrado. Pero el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, le ha dicho no a Rajoy. Planteaba Rivera su veto al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz por el escándalo de las investigaciones a otros políticos y a Cospedal porque no le parecía bien que la secretaria general del PP ocupara el segundo cargo más relevante del Estado mientras "tenga que dar cuentas ante la justicia de la imputación de su partido y de la sede embargada del PP".

Ambos vetos son de lo más sensato pero resulta chocante que Rivera apoye al PP de Rajoy, de momento para la formación de la Mesa del Congreso y puede que también para su investidura, cuando esas objeciones a Fernández Díaz y a Cospedal las ha elevado hasta la saciedad al propio Mariano Rajoy, presidente de un partido corrupto.

En todo caso, Cospedal debe reflexionar sobre las derrotas políticas en Castilla-La Mancha y en sus pretensiones a presidir el Congreso cuando años antes lo ganaba todo por aclamación: ¿qué ha hecho en estos últimos cuatro años para ser tan mal querida?

elObservadorDCLM

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