Ezequiel Jonás, peruano que afirma ser Jesús |
El nombre
El nombre Jesús es la versión latinizada del nombre griego ‘Ἰησοῦς’
(así es mencionado en el Nuevo Testamento, escrito en griego), que a su vez es
una interpretación del nombre original hebreo Yeshua.
El año
El Evangelio de Mateo dice que Jesús nació “en los días del rey Herodes”. Herodes murió
en el año 4 antes de Cristo. Por lo tanto, si Mateo tiene razón, Jesús habría
nacido cuatro años antes de la fecha fijada por la iglesia. Por su parte, el
Evangelio de Lucas no detalla quién era el rey cuando nació
Jesús, pero sí dice que Herodes era rey cuando Isabel, que afirma ser la prima
de María, concibió, antes del nacimiento de Jesús, a Juan el Bautista. Además,
Lucas sostiene que mientras María estaba embarazada “se promulgó un decreto de
Augusto que obligaba a todo el mundo a pagar impuestos”. Sabemos que el único
censo fiscal conocido en la región en aquellos tiempos fue ordenado por Publio
Sulpicio Quirinio, gobernador romano de Siria, quien lo comisionó en el año 6
d. C. Por lo tanto ni Mateo ni Lucas tendrían razón ya que hay una disparidad
de diez años entre ellos.
El lugar
La siguiente pregunta es dónde nació Jesús. Lucas señala que María
y José vivían en Nazaret (Galilea), pero viajaron hacia el sur hasta Belén
(Judea) a registrarse para el censo de impuestos porque José era originario de
este lugar. Sin embargo, la tributación en aquel tiempo, como ahora, era
pagada por las personas en el lugar de residencia, por lo que
no habría “ningún fundamento económico o administrativo para desplazarse al
lugar de nacimiento con el fin de registrarse para pagar los impuestos”.
Tampoco hay constancia de que tal requisito hubiera sido impuesto alguna vez en
el Imperio Romano.
El día
Tampoco resulta sencillo determinar en qué día del año nació
Jesús. La Biblia no especifica un día, ni siquiera una estación, lo cual no es
sorprendente ya que los judíos y los primeros cristianos no
solían celebrar la fecha del nacimiento de las personas. Era,
de hecho, algo tan poco importante que los Evangelios de Marcos y Juan no se
ocupan de esta cuestión y simplemente comienzan sus narraciones cuando Jesús
era ya adulto. Con toda probabilidad, la Iglesia primitiva fijó el cumpleaños
de Jesús el 25 de diciembre porque era ya un día tradicional de celebración y
además con un gran simbolismo. En el calendario romano, el 25 de diciembre era
el solsticio de invierno, y se celebraba la fiesta del ‘Natalis Solis
Invicti’ (Nacimiento del Sol invicto).
Siete hombres que dicen ser Jesucristo
Mientras ateos y creyentes discuten sobre la existencia o
inexistencia de Cristo, hay algunos que van todavía más lejos y aseguran que
ellos mismos son la reencarnación del hijo de Dios. Unos tienen cientos de
seguidores, otros solo un puñado de discípulos, pero todos luchan por ser
considerados el auténtico Mesías.
¿Será, por ventura, alguno de ellos el nuevo Cristo que vuelva a
poner las cosas en su sitio? ¿O, por el contrario, son todos una panda de
farsantes en busca de sexo, fama y dinero? Me temo que lo segundo. Pero por muy
kitsch que nos pueda parecer, esta invasión de impersonators de Cristo ya
estaba prevista en la Biblia: “Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas
que harán grandes señales para engañar, de ser posible, aún a los elegidos”
(Mateo, 24:24).
INRI Cristo
La nueva Jerusalén está en Brasilia. O, al menos, así lo anunció
en 2006 Álvaro Inri Cristo Thais, cuya Suprema Ordem Universal da Santíssima
Trindade (SOUST) se instaló en la capital federal de Brasil tras hacer estragos
en Belem y Curitiba.
Álvaro atendía por “Yuri de Nostradamus” y era vidente, hasta que
en el transcurso de un ayuno espiritual Dios le reveló que él era su Hijísimo.
Ni corto ni perezoso, Yuri se rebautizó como “Inri Cristo” y a predicar, que
son dos días. Aunque tiene bastantes más de 33 años, Inri ha cosechado
infinidad de seguidores y, sobre todo, seguidoras, pues la mayor parte de sus
fieles son señoritas que podrían ser sus hijas y viven en el recinto de su
iglesia, cosa que ha dado pie a todo tipo de habladurías impías y fotomontajes
sacrílegos.
Jesús de Kitwe
Hace años unos científicos locos realizaron un estudio en el que
concluyeron que Jesucristo
era negro. Tal vez tras leer tan
estrafalaria noticia, el africano Bupete Chibwe Chishimba se enfundó con una
túnica, dijo ser Jesús resucitado y se puso a berrear la Buena Nueva por la
ciudad minera de Kitwe, donde vive con su mujer y sus cinco churumbeles.
Bupete o, si quieren, Jesucristo, es taxista, pero en sus ratos
libres anuncia el Fin de los Tiempos por calles, plazas y descampados de su
terruño. Muchas veces, es expulsado con cajas destempladas de las aldeas por
los creyentes, que lo acusan de herejía: y es que hasta en plena África Negra
cuesta asimilar que Cristo fuera más moreno que Kunta Kinte.
AJ Miller, el Jesucristo australiano
“Tengo recuerdos muy claros de la crucifixión, pero no fue tan
angustioso para mí como lo fue para María, que estaba presente”. Lo dice Alan
John Miller, líder de la secta Verdad Divina de Kingaroy, Australia; y la María
Magdalena de la que habla no es otra que su socia y barragana Mary Luck.
Este Cristo de las antípodas lleva el pelo corto y no se disfraza
con túnicas, pero está convencido de ser Jesús de Nazareth y, por consiguiente,
se cree capaz de resucitar a propios y extraños. Cuenta el bendito que, tras
ser crucificado, fue al mundo de los espíritus, donde conoció a Platón,
Sócrates y hasta a varios Papas muertos. Y lo dice tan convencido, que muchos
feligreses lo dejan todo y dilapidan sus ahorros para seguirle, cosa que
preocupa sobremanera a las autoridades locales, más por los ahorros que por los
feligreses.
Jonás, DIOS del Perú
El peruano Ezequiel Ataucusi Gamonal fue el fundador de la Iglesia
Israelita del Nuevo Pacto Universal, y decía ser un enviado de Dios para
transformar el mundo. Cuando murió, sus numerosos fieles depositaron su cuerpo
en una urna y se sentaron a esperar. Al ver que al tercer día no resucitaba, lo
enterraron.
Ezequiel Ataucusi dejó, eso sí, un hijo, llamado Ezequiel Jonás,
que tuvo la santa ocurrencia de decir que su padre había resucitado en él. Acto
seguido, se autocoronó como Jonás DIOS de Israel (las mayúsculas son suyas) y
atrajo a una legión de creyentes que entran en trance durante sus alucinadas
ceremonias, donde sermonea al paisanaje acompañado por una banda de AOR.
Vissarion, el Cristo de Siberia
Durante los años ochenta, Sergey Torop no era más que un simple
guardia urbano que apatrullaba las gélidas pedanías siberianas aburrido como un
percebe. Pero cuando cayó la Unión Soviética, tuvo una profunda revelación: él
no era un guardia, sino Vissarion, la reencarnación de Jesucristo.
Con la misma, Vissarion se echó al bosque siberiano y fue
reclutando discípulos, que hoy se cuentan por miles y viven en las
inmediaciones de la residencia de su Cristo, con sus propias casitas y su
propia infraestructura. El credo de esta secta viene a ser igual que el de los
cristianos “normales”, solo que celebran la Navidadel 14 de enero, pues ese fue
el día en que vino al mundo Vissarion, el inefable Cristo de las nieves.
Jesús Moses, el Cristo rapero
Eshowe, Sudáfrica, 1992. Un hombre de color, llamado Moses
Hlongwane, recibe en sueños un mensaje del Señor, que le dice que él, en
realidad, no es Moses, sino Jesús, Rey de Reyes, Señor de Señores… Y Moses va y
se lo cree.
Total, que Moses deja su trabajo en una joyería, se pone un par de
guantes blancos y, tras contraer matrimonio con una discípula insultantemente
joven, se dedica a vocear el Apocalipsis a lo largo y ancho de Sudáfrica con
irregular fortuna: poco más de cuarenta discípulos. Quizá el fallo está en las
gafas de sol y la gorra de rapero.
José Luis de Jesús, el Cristo del 666
Según él mismo cuenta, José Luis de Jesús sintió un día que Cristo
se fundía con él, dando como resultado un nuevo ser, mezcla de Cristo y
Anticristo. Desde entonces fue conocido con los alias de Apóstol, Doctor, Papá,
Dios, Papi y, sobre todo, Jesucristo Hombre, y cuenta con un buen número de
feligreses en Miami, donde fundó su culto Creciendo en Gracia.
José Luis predicaba la inexistencia del Diablo, del infierno y del
pecado, rechazando el código moral católico. Tanto él como sus fieles llevaban
un 666 tatuado en el antebrazo. Esto le daba pie para vivir rodeado de lujos,
mujeres y alcohol, cosa que lo llevó a la tumba en 2013, por causa de una
cirrosis hepática. Su viuda, Lisbet, heredó la secta y la rebautizó como Rey de
Salem, afirmando que ahora ella es Jesucristo resucitado y, por eso, debe ser
llamada Cristolisbet. ¿Un Cristo-mujer? Que Dios nos coja confesados.
Strambotic
Hola, nueva seguidora; felicitaciones por blogs y publicaciones; este es el último publicado por mí: https://ioamoilibrieleserietv.blogspot.it/2018/04/recensione-serie-diabolic-s-j-kincaid.html
ResponderEliminarSi quieres te espero como lectora permanente
Gracias