Álvarez Cascos y Aznar inauguran un tramo de la R2 |
Economistas ultraliberales como Daniel
Lacalle tienen una receta mágica para la crisis…, la de los ricos, por
supuesto: se echan las manos a la cabeza ante la propuesta de nacionalizar una
empresa, pongamos Telefónica, que podría aportar pingües beneficios al Estado, argumentando
que eso es cosa de comunistas radicales. Sin embargo, ¡ay amigo!, cuando de lo
que se trata es de nacionalizar un fiasco empresarial como el sombrero de un
picador, por ejemplo, unas autopistas de peaje que son un agujero negro inundado
de números rojos, entonces, nacionalizarlas es cosa de buenos gestores. ¡Ole
sus narices liberales!
Se comenta que la
broma nos va a costar unos 5.500 milloncejos de euros, aunque patronales del
sector estiman que su coste puede aumentar hasta los 8.000 millones. Una
fruslería que asegura el rescate de unos cuantos pobres ricos quienes,
gracias a Aznar y Álvarez Cascos, sabían que no tenían nada que perder con esta
aventura empresarial a la que muchas voces auguraban el fracaso. Redactaron una
clausula asegurando que de irse a pique el negociete los primos habituales, o
sea la ciudadanía, pagaríamos los platos rotos. ¡Qué hermosa gestión de la cosa
pública pregonan los liberales! Las ganancias siempre van a bolsillos privados,
pero las pérdidas se socializan. Pero aún hay más, desde el año 2004 se han
destinado a estas autopistas más de 900 millones de euros en ayudas públicas.
Según Ana Pastor,
actual presidenta de las cortes y exministra de Fomento, la contabilidad
creativa que defiende el modelo liberal no nos iba a costar un euro, pero la
realidad es muy tozuda. Por ejemplo, habrá que explicar a la ciudadanía que se
están subiendo los impuestos porque necesitamos recaudar 5.000 millones a causa
del déficit y que, por otro lado, vamos a ser los pagafantas (aunque en este
caso pagaremos botellas de Moet Chandon) del pufo privado de bancos y empresas
constructoras que podría llegar a 8.000 millones de euros.
Así se reparte el pufo de las autopistas que
nos piden apadrinar: las R3 y R5 son propiedad de Accesos
de Madrid, que está constituida por Abertis (35%), Sacyr
(25%), Bankia (20%) y ACS (20%). La A77 es del consorcio ACS
(50%), Abertis (25%) y Globalvia, que es Bankia
y FCC,
(25%). R4 y AP36 son del consorcio Autopista
Madrid Sur, cuya propiedad se encuentra repartida entre Cintra
(Ferrovial)
50%, Itínere
(Sacyr,
Citi Group, Kutxa Bank, Abanca, Liberbank) 40%, Budimex (filial polaca de
Ferrovial)
5% y la Kutxa 5%. La R2 es de Abertis, Acciona,
Globalvía
y Sacyr.
Y la AP41
de Isolux
Corsán, Consa, Sando, Azvi y Banco
Espirito Santo.
Los bancos que
reclaman deudas o mantenían un pasivo con estas empresas hasta hace unos meses,
porque se desconoce qué parte pueden haber vendido de sus deudas a día de hoy,
son: Bankia
400 millones; Banco de Santander 327 millones; Banco de Sabadell 310
millones; Caixabanc 290 millones; BBV 275 millones; Banco
Popular 120 millones; Novobanco 170 millones; Unicaja
115 millones; Royal Bank of Scotland 120 millones; ING 100 millones; BNP
55 millones; y Lloyds Bank 55 millones. A estas cifras habría que sumar los
270 millones del Instituto de Crédito Oficial. Parte de estos créditos han sido
vendidos a diversos fondos buitre como Taconic Capital, Blue
Mountain Capital, Neuberger Berman y The
Children Investment Fund. Según fuentes internas de los bancos, el
capital en poder de los fondos buitre supera los 1.000 millones de euros. Es
especial el caso de The Children Investment porque es el segundo máximo
accionista de AENA, posee participaciones en Red Eléctrica y ha concedido un
crédito de refinanciación a Abengoa.
Mientras seguimos el
modelo liberal de socializar las pérdidas, el presupuesto de la secretaría del
Estado para I+D+I en 2016 fue de 4.200 millones; menos de 5.000 millones es lo
que cuesta toda la educación en Cataluña; no hay dinero para mantener el poder
adquisitivo de las pensiones, ni para la dependencia; la sanidad y la educación
pública siguen perdiendo profesionales y recursos; las personas seguirán muriendo
de frío este invierno porque no se puede aprobar una tregua energética antes de
primavera…
¿Y la justicia? Me viene
a la cabeza la particular sentencia que un tribunal ha dictado contra Christine
Lagarde por haber regalado 400 millones de euros, de dinero público, a un
millonario francés, siendo ministra de economía y finanzas. Negligencia, ese
fue el delito de Lagarde. ¿Es que acaso le dio poco? Una broma de mal gusto, considerar
negligencia a tamaño delito contra los intereses públicos. Negligencia que sin
duda la capacitó para dirigir el FMI, esa institución capitaneada desde hace
décadas por liberales negligentes del tipo abusador sexual como Dominique
Strauss-Kahn o del tipo cuatreros de lo público y evasores fiscales como
Rodrigo Rato o la propia Lagarde. El próximo presidente del FMI tiene el listón
muy alto, pero en el gobierno de Rajoy hay candidatos tan capacitados como
Soria o Cañete.
Aquí, en la España de
Rajoy no somos de disimular, y más desde que el PSOE fue secuestrado por la
vieja guardia felipista. ¿Por qué regalar cuatrocientos millones a un
millonario si podemos repartir seis mil millones entre varios? Nuestro gobierno,
ese que sostienen PSOE y Ciudadanos por recomendación expresa de grandes empresas
y medios de comunicación, es el Robin Hood de los ricos, roba a los pobres para
que los ricos sean más ricos. Si algunos servicios como la sanidad o la
investigación se van a hacer puñetas, ¡qué carajo! ¿Para qué queremos los
pobres vivir tanto? ¡No seas egoísta, haz caso a Lagarde, vive menos y apadrina
una autopista!
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