Puertollano desde el monumento al Minero |
Puertollano no solo
fue desahuciado en el parcial reportaje de la 6ª Columna, también fue
ninguneado ya que sus guionistas, para que ninguna opinión les alterara el
guión escrito con antelación, optaron por testimonios externos a nuestra localidad
o viciados por aspiraciones políticas frustradas y rencillas personales. Un
amigo madrileño me confirmó los peores presagios: su conclusión, tras los
apenas cuatro minutos de reportaje, es que habíamos derrochado el dinero y,
como todo español, habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Que Puertollano vive uno
de sus peores momentos no lo discute nadie, pero trivializar en las causas de
la crisis y no poner el foco en las causas y en los auténticos responsables me
parece temerario e irresponsable. Por mucha frustración que uno acumule y por
mucha inquina que se le tenga al anterior alcalde, las causas de la crisis de
Puertollano son tan claras que solo la estulticia puede negarlas.
En 1873 se descubren
los recursos carboníferos de Puertollano y desde entonces se han venido
explotando. Además, en 1942 se fundó la Empresa Nacional Calvo Sotelo (ENCASO)
para la obtención de petróleo destilando las pizarras bituminosas de nuestra
cuenca minera. En ENCASO y las características singulares de nuestra cuenca
minera está el origen del importante complejo petroquímico de Puertollano. Indiscutiblemente,
la cuenca minera de Puertollano fue clave para la economía española y ha sido
decisiva en la evolución de nuestra comarca. La cuestión es si el carbón, con
los fondos MINER, ha prestado el último servicio a Puertollano o aún tiene
mucho que aportar a nuestra economía.
Atendiendo a lo que
indica el Instituto Nacional del Carbón, este tiene un importante papel que
jugar en el mix energético español. Dentro de
unos 50 años se habrán agotado las actuales reservas de petróleo y gas natural,
mientras que las reservas de carbón podrán seguir consumiéndose al menos
durante otros dos siglos. Además, mientras que las reservas de aquellos están
concentradas en un reducido número de países, por lo general en zonas
conflictivas que pueden poner el peligro el abastecimiento, el carbón está
repartido por todo el planeta y sus precios son más asequibles, lo que le debe
convertir en uno de los principales recursos energéticos del futuro. Los
expertos aseguran que en los próximos 25 años su consumo se triplicará a nivel
mundial, y la Asociación Española de la Industria Eléctrica ha calculado que en
el año 2030 las centrales térmicas seguirán siendo las principales productoras
de energía. Sin embargo, para que tenga éxito es fundamental su uso eficiente y
ecológico y emplear «tecnologías limpias» destinadas a producir energía de
manera económica y a respetar el medio ambiente al reducir las emisiones
nocivas (dióxido de carbono, azufre, óxido de nitrógeno). De esas tecnologías sabemos mucho en
Puertollano y ELCOGAS es la prueba empírica de que se puede generar energía de
forma limpia teniendo al carbón como combustible. Lo que no se entiende, o si,
es que este gobierno no apoye con primas un proyecto como el de ELCOGAS en
lugar de reabrir Garoña.
Otra
tecnología viable ambientalmente son las «centrales
de combustión de lecho fluido» en las que el carbón se quema aplicando una
corriente de aire sobre un lecho de partículas inertes como piedra caliza,
mejorando el rendimiento de la combustión del carbón y disminuyendo el impacto
ecológico. Eon, que actualmente desmantela la vieja “Sevillana”, se planteó sustituirla por una central de lecho fluido, pero la falta de apoyo
institucional y los recortes les terminaron desanimando. Esperemos que ahora
recupere ese proyecto para Puertollano.
A
largo plazo, las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2,
que evitan la expulsión a la atmósfera de este gas de efecto invernadero,
tienen un enorme potencial porque el carbón podría convertirse en un elemento
fundamental de una economía futura basada en el aprovechamiento energético del
hidrógeno. Además, las investigaciones en torno a los combustibles líquidos a
partir de carbón, que ya se realizan en Sudáfrica, Estados Unidos y varios
países europeos, también representan opciones de futuro.
La
UE es consciente del valor estratégico del carbón y financia proyectos para
este tipo de tecnologías estando previstas para este año ayudas por 12 millones
de euros. Algunos países europeos empiezan a apostar por el carbón. En Alemania
es el principal generador de electricidad, y en Gran Bretaña se está volviendo
a ver con interés tras las constantes subidas del petróleo, Italia está pasando
al carbón algunas de sus plantas alimentadas por petróleo. En España, mientras
tanto, seguimos a lo que digan los oligopolios eléctrico y energético,
comprando carbón extranjero mientras nuestras ricas cuencas mineras agonizan. Creo
que esto podrá entenderlo hasta el mismo Pedro Adán y cuando le pregunten por
la crisis de Puertollano podrá recurrir a datos reales en vez de inventarse
culpables.
Vayamos ahora con la
otra víctima de nuestros gobernantes: las energías renovables. Imagínese que
usted invierte en un negocio de acuerdo con unas normas aprobadas por el
Boletín Oficial del Estado. Se endeuda en una empresa para la que contaba con
unos incentivos –llamados primas– para contribuir a la inversión y a la
implantación de un modelo energético fundamentado en energías renovables y
limpias. Y suponga que, una década después, el BOE dice
algo completamente distinto: el Consejo de Ministros ha aprobado que los
incentivos caigan un 20% y
que los cálculos para recibirlos serán revisables cada seis años.
El
Decreto, aprobado recientemente por el actual gobierno, desarrolla una Ley del
Sector Eléctrico que impone cobrar un impuesto a quien utilice su tecnología,
la de usted (peaje al
sol), y que la parte
de su negocio, el de usted, se reduce por el reequilibrio
de la factura de la luz (cada
vez cuenta menos el consumo y más la energía contratada).
Pues
bien, todo esto es lo que les ha pasado a las energías renovables: se cambia
una norma con carácter retroactivo y se genera incertidumbre sobre el futuro. “Retroactividad e inseguridad jurídica”,
es la jaculatoria que no dejan de repetir los afectados. ¿Consecuencias? Un
sector boyante, a la cabeza en Europa, como el de las energías renovables, está
sumido en una crisis sin precedentes por los cambios legales del Gobierno
mientras al Ejecutivo se le acumulan los recursos internacionales al amparo del Tratado de la
Carta de la Energía, en virtud de una supuesta violación de la
seguridad jurídica de las inversiones.
Claro, que los recortes
a las renovables tienen un pasado y las contradicciones del PP tienen un
enemigo implacable: las hemerotecas. Vean lo que decía Arias Cañete, candidato
popular al Parlamento Europeo y probable Comisario, el 18 de mayo de 2010 en el
Congreso de los Diputados, refiriéndose a decisiones del entonces Ministro
Miguel Sebastián: “usted, con sus bandazos
normativos en la retribución a las renovables ahuyenta la inversión e incurre
en las mismas prácticas de quiebra jurídica de algunos Gobiernos sudamericanos
que han puesto en riesgo inversiones españolas”.
El daño infringido por
el actual gobierno a las renovables, por ende a Puertollano que había puesto
buena parte de sus huevos en esta cesta, es de tal calibre que Bruselas ha
criticado a España por los duros recortes “retroactivos”
aplicados, así como por las trabas impuestas a la inversión privada para
impulsar este tipo de tecnologías, como el autoconsumo que ha sido penalizado
con diversos peajes que hacen inviable su inversión y amortización en un plazo razonable
de tiempo. La asistente a la
Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Tatiana Márquez Uriarte,
en una presentación en el Club de la Energía para explicar la comunicación
lanzada por el propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao
Barroso, sobre la hoja de ruta energética a 2030, decía que “la retroactividad de las
medidas puestas en marcha en España, al igual que en otros países, provocan una
fuerte incertidumbre y afectan a la credibilidad del Gobierno”.
gráfica de los recortes a las EE.RR. |
Posibles
sanciones
El problema al que se puede
enfrentar España ahora es a una sanción por parte del Ejecutivo comunitario,
sobre todo por imponer trabas a la inversión privada y que podrían dificultar
los objetivos en renovables fijados para 2020. Márquez señaló que algunos
obstáculos como las que se han impuesto al autoconsumo a través de placas
fotovoltaicas van en contra de la Directiva Europea: “Nos preocupan las barreras adoptadas en la regulación actual porque no
se debe poner obstáculos para quienes se decanten por realizar inversiones
privadas”. Desde la Unión Europea se impulsó como "vinculante" el objetivo de que en 2020 la cuota de
renovables en el consumo final sea del 20% para todos los países miembros.
Actualmente, España se encuentra en
un objetivo del 15% en el consumo final de energías limpias y “no se puede vaticinar si logrará el objetivo”, afirmó
Márquez, que también reconoció que la moratoria a las renovables y los
prolongados plazos de inversión dificultan este requerimiento. Sobre este
aspecto, ya se pronunció hace unas semanas el comisario europeo de Energía,
Günter Oettinger, en respuesta a una pregunta parlamentaria del eurodiputado de
Convergència i Unió (CiU) Ramón Tremosa, donde no descartó la posibilidad de
que el Ejecutivo comunitario opte por la vía de las sanciones si España no
logra cumplir con el objetivo impuesto por la Comisión.
Además, Bruselas ya ha preguntado en
dos ocasiones por la tasa del 7% aplicada de forma indiscriminada a todas las
tecnologías, incluidas las renovables, que no pueden repercutir el impuesto. Si
la Comisión no queda conforme con la contestación del Gobierno español podría
abrir un expediente sancionador por considerar que se trata de una medida
contraria a Derecho de la Unión.
Los recortes son ideológicos
El 10
de marzo de 2014, Thomas Becker,
consejero delegado de la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) consideraba guiado por “la ideología” el recorte aplicado a las energías renovables en
España.
En
opinión de esta patronal europea, el Ejecutivo del PP “daba el peor ejemplo posible a otros países
y provocará la desindustrialización y la pérdida de liderazgo mundial del
sector”. Estas declaraciones se producían antes de la inauguración de EWEA 2014, la mayor feria eólica de Europa. La industria
se daba cita en esta muestra en plena crisis del sector en España, que prevé
verse afectado con un impacto económico de entre 700 y 1.200 millones de euros.
Según las previsiones, con la nueva reglamentación el 38% de los parques eólicos se
quedarán sin primas a la producción.
Por
su parte, José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de
Productores de energías Renovables (APPA),
culpaba al gobierno Rajoy de partir de “un
diagnóstico equivocado” al considerar a las renovables como culpables del
déficit de tarifa.
Visto lo visto, quedan
meridianamente claras las causas de la crisis que padece Puertollano y su
comarca: “nos hirieron de muerte, con
razones espurias, al otrora pujante carbón y provocaron el primer éxodo
poblacional; nos han venido reajustando periódicamente el complejo petroquímico
en aras a la competitividad no justificada de una empresa que hace décadas perdió
los lazos afectivos y/o sociales con Puertollano, provocando nuevos pequeños éxodos;
y nos han robado el futuro aplicando recetas ideológicas liberales a la opción
de desarrollo industrial y tecnológico que habíamos elegido, lo que puede
provocar el mayor de los éxodos y que Puertollano sea solo el sueño de lo que
pudo haber sido y nuca fue: la ciudad internacional de la energía”.
Y, como me hierve la sangre ante la felonía cometida
históricamente con este pueblo, no puedo por menos que reivindicar los “huevos” de aquellos mineros que se
movilizaron por un jornal de 30 duros,
por no dejarse la vida en la mina y por seguir siendo mineros. A ellos les
robaron su mina y a nosotros nos han robado las energías renovables unos gobernantes
que deberían llenar las cárceles por cobrar casi 6 millones de euros en
sobresueldos, buena parte de ellos en dinero negro.
El problema es que en este país ya solo tienen “huevos” el toro de Osborne y el caballo
de Espartero. Los españoles solo tenemos “coraje”
para hablar del Madrid o del Barça y así nos va, con el 30% de la población sumida
en la pobreza y seguimos aguantando a banqueros ladrones, empresarios corruptos
y un partido de gobierno que se financia y paga con dinero negro.
Plumaroja
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